ejemplar
Se entiende por ejemplar el hombre cuyo comportamiento ha ido más allá de lo debido y sirve como modelo para las personas.
Hasta a veces una vida ejemplar ha tenido un final heróico.
Tal fue el comportamiento de algunos misioneros, o de personas que hicieron algo sin tener porqué, por ejemplo murieron por salvar a alguien o por defender sus ideales.
Ejemplar se es sin tener que serlo.
Ejemplar es toda la vida.
Un hombre ejemplar de nuestro tiempo pudo ser Ghandi.
Pero Jesucristo fue mucho mas que ejemplar, fue el Hombre.
Ejemplar estaría en el vértice de la pirámide del buen comportamiento por debajo quedarían modélico, inmaculado, irreprochable, intachable, recto. Pero estos otros términos son más cortos en el tiempo y en la acción. Y se atribuyen a las personas que ostentan cargo, profesión u oficio.
Así tenemos un comportamiento modélico, una conducta irreprochable, una trayectoria inmaculada. El término exitoso, por ejemplo una carrera exitosa, lo excluiría, porque no siempre va acompañado de procederes debidos.
Como Gobernante, Churchill llama mucho mi atención y reúne todos aquellos calificativos que modelan a un buen hombre. Además debía tener sentido del humor. Algunos con sentido del humor suelen dormir tranquilos.
Otro término es el de héroe. Hay muchos héroes anónimos. Recuerdo al hermano del futbolista Jesús Castro “Quini” que se lanzó al mar para salvar a uno que se estaba ahogando y murió él. Y tantos otros que pusieron en peligro su vida por salvar la del prójimo. A lo mejor su vida ha sido un desastre hasta entonces pero en ese momento se redimen.
Honesto, es el que da todo lo que puede y no engaña a nadie, tampoco a sí mismo. Es el comportamiento del “gregario de lujo”, el “jornalero de la gloria”, “esforzado de la ruta” el “buen caballero si tuviera buen señor”, del honrado contribuyente, del que sabe rechazar prebendas, del que hace su patrimonio dignamente, del que es querido por su familia y apreciado por sus vecinos y compañeros, de todo aquel que hace cada día lo que debe e intenta mejorar, sin emplear nada que no sea suyo. Su comportamiento mejora el de los demás. Son también los abnegados. No se nota su presencia pero su quehacer trasciende. Su tarea no suele ser reconocida y son blanco fácil de la ingratitud.
Sin embargo se hacen querer
Ellos son la mayoría silenciosa sostienen como colosos el país y sus instituciones y su estructura productiva y además mantienen a los abandonados por la fortuna y sin querer, entre otros, a los que debiendo ser ejemplares se han entregado al robo, a la codicia y a la soberbia que minan la moral de los honestos y los contaminan.
Los que debían ser modélicos han resultado ser avariciosos codiciosos y arrogantes.
Para ellos la condena con la restitución de lo obtenido ilícitamente y el castigo ejemplar.
Dicen que contra la corrupción se lucha con la educación y la conciencia social. Pero mientras estas llegan y siempre también, es necesario que se haga notar el brazo fuerte de la Ley a la que temer.
Y te viene a la memoria el pasaje bíblico de un solo justo para el perdón de las ciudades corrompidas.
Y de aquel sabio griego, que iba buscando un hombre con un farol.